jueves, 8 de febrero de 2007

Viaje Invisible - Segundo


… Es día miércoles, he terminado de hacer lo que estaba dispuesto en mi rutinaria vida. Silencio. Los pensamientos se conectan con mi espíritu y en ese diálogo interno algo sucede, es inquietante e incluso incómodo. Por un instante no existo, sólo están las palabras en mi cabeza acompañadas de los despiadados ojos discriminadores clavados en mi sentir y los insistentes oídos amenazantes queriendo escuchar lo que no quiero decir.

Ya es tarde, tarde para lo que he decidido. Sólo necesito objetos que me unan de alguna u otra forma con la superficie terrenal, una foto, un preciado regalo, mi libreta y algunos lápices de diferentes colores que guardo en mis bolsillos. El mundo es demasiado gris, por eso lo estoy dejando. Ya es hora.

El camino comienza justo donde tú me viste entristecer, el inicio del final de todos los males del mundo. Estoy titubeando y no es por el temor a dejar atrás todo, sino ante el vacío que se encuentra bajo mis pies antes descalzos. Es una gran ciudad, me solía agradar, las luces titilan entre el cielo arrebolado. Una estrella comienza a aparecer ante la oscuridad que oscila con gobernarlo todo.

Nadie está mirando, la ventana del séptimo piso mantiene mi prisionero cuerpo aún en este mundo. La luz de aquella estrella está descendiendo, se aproxima hasta mí, es mi camino. Mis manos sueltan las paredes, los recuerdos se revuelven y agitan en mi incansable pensar, me inclino suavemente hasta sentir la agradable brisa acariciando mi rostro y despeinando desenfadadamente mis cabellos asomados bajo el sombrero.

Doy el primer paso que me aleja de la realidad, es un paso firme y sin cuestionamientos, siento una voz a lo lejos que grita mi nombre, esos sonidos retumban adornando con una estela de vibraciones sonoras la vacía habitación a la cual ya no pertenezco. Estoy fuera, pero no estoy a la deriva, sigo en intacta posición ante el haz de luz que proviene de aquel astro en el inmenso firmamento.

No necesito nada más. Todo está en mi mente, todos están aquí pero nadie me puede ver. Estoy suspendido en el aire apreciando todo lo que mis humildes ojos pueden llegar a capturar por última vez. Tomo un profundo e interminable respiro, huele a espigas de trigo y tierra húmeda en primavera, finalmente se escapa un eterno suspiro en el silencio de la noche y mi cuerpo se desvanece.

Pertenezco a otro mundo. Lo puedo ver desde aquí. Nadie me espera, porque ya nada soy. Es el principio de mi viaje…

8 comentarios:

SpookyMulder dijo...

Wa.... está muy bueno, me recordó a Borges.
Quiero puro leer lo que sigue!



Salu2!

CaToFiR dijo...

Buen texto

Hoy el día ha venido a buscarte a
Y la vida huele a besos de jazmín
La mañana esta recién bañada
El sol la ha traído a invitarte a vivir!!!!

Gracias por la visita en mi blog

tal vez todos en algun momento queremos estar en esa dimension invible a los ojos del hombre

..... dijo...

...aún siento en tus palabras una tremenda pena, hay mucha nostalgia en este relato...a veces tengo la puta sensación de ke olvidar pa´otros es tan fácil...y uno es kien keda con toda la congoja...y el corazón en mil pedazos...tengo una capacidad pa´atraer a personas ke me hacen daño, aunke la verdad mi naturaleza masokista es superior a mi, y tengo la necesidad de sufrir pa´sentir ke estoy viva...es como dice la canción:"no hay un corazón ke valga la pena ni uno solo ke no venga herido de guerra"...el problema es ke hay ke sobrevivir a todas las batallas ke tengo...por eso a veces kiero desaparecer, tomar un avión y comenzar de cero...pero 1ero tengo ke enfrentar mis miedos, al igual ke tu, y tb enfrentar todo lo ke me atormenta, ese el único camino pa´ser libre y volver a nacer...mi corazón está lleno de temores, el miedo me paraliza, y me congela...tenemos ke sacar fuerzas de flakeza y caminar, sin mirar atrás...siempre tendremos a nuestros fantasmas, pero solo de nosotros depende nuestra felicidad...aunke no creo en ella...pero si en los momentos felices...trata de buscar el ekilibrio, y ahí está la raíz de todo...un gran abrazo...espero, algún día, poder compartir contigo un cafe...besos...

Nico dijo...

Julio:
De verdad me sorprendiste.
1.- Porque es un mega relato y
2.- Porque se te ve mejor.
Me siento feliz de saber, que volveré a ver la cara feliz de Julio. Esa cara feliz que tuvimos y que por razones del hado, ya se nos acabó.
Migo, de verdad me sorprendiste!.
Es la mega historia.
Acuérdate que te quiero mucho.
Gracias por todo, eres como la Coca-Cola, has estado conmigo en todos mis grandes eventos y eso créeme que nunca se va a olvidar.
Espero que luego, veas la luz de forma completa.

Anónimo dijo...

"Tomo un profundo e interminable respiro, huele a espigas de trigo (...)"

Creo que por un momento pude degustar ese olor en mi garganta.

La capacidad para transportarnos a sensaciones y experiencia teorizadas, es lo que separa un buen texto de otro.
Si prometes que esta cualidad esté explícita en las siguientes entregas, entonces exigo que sean pronto.

*Quién como tú, que tiene casa en la plasha. Arena y sol! el mar azul.. y lolos por dokier!
jajaja..
Cuando vuelvas nos juntamos y nos tomamos unos tragitos... good bye summer!!

besos!!!

bye

Faradith dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Faradith dijo...

Shuuuuu...

Andamos todos con nostalgia... Imagínate, a mí me dieron ganas de tener pololo!!! ja ja ja

Caliope dijo...

Julio antes que todo debo disculparme por no visitarte en el blog. Agradezco cada una de tus letras vertido en el mio porque son tremendamente significativas.

Este texto me sonó muy cercano, cuantas veces he estado al borde de ese abismo¡ y ahi detenida, reflexionando y buscando y pidiendo otra oprtunidad. Tampoco soy de este mundo, solo Dios sabe de donde vengo. Tal vez tu yo y toda la comunidad de amigos del séptimo continente seamos de la misma etnia...

Besos para la estrella spica que nunca deja de brillar.

Clau