miércoles, 8 de noviembre de 2006

}}}}} Cobardía {{{{{


Al parecer pertenezco al tipo de personalidad que le teme al fracaso, si tratase de hacer algún tipo de clasificación de mi comportamiento y actitud ante la vida, y esta verdad se aplica en todo orden de cosas.

Fundamentalmente me afecta en el aspecto emocional, ya que cada vez que me enfrento a algún problema de esta índole me dan ganas de huir despavoridamente, arrancar de las palabras que no quiero oír. No me gusta sufrir, y siento que al querer demasiado a alguien, las palabras a las que tanto temo adquieren el doble y hasta el triple de la intención e intensidad que verdaderamente tienen, por lo tanto su repercusión en mí es desastrosamente fatal. Me cuesta entender que alguien no se entregue abiertamente y sin recelos a una relación sentimental, y tal vez ni siquiera haya que entenderlo o analizarlo, pero los sentimientos afloran sin necesidad de decir o escuchar.

Me gustaría ser aún más persistente de lo que soy en la vida, para así poder avanzar y sentirme bien conmigo mismo, no quiero adoptar por siempre la rutina del escapista cada vez que me veo en apuros. Quiero sentirme bien alguna vez con alguien y espero lograrlo. ¿Por qué duele tanto aprender?


}}}}} ¿En qué momento perdí el rumbo? {{{{{
}}}}} Pensamiento Propios ¿? {{{{{

Al dejar las cosas de lado y escapar,
No he avanzado en lo más mínimo.

Asuntos sin resolver,
Me atormentan,
El pasado vuelve a mí.

} Confusión {

Terminar, no siempre es el final,
Soluciones… me hacen falta.

No siempre las historias comienzan por el principio,
Y casi nunca terminan con el final.

3 comentarios:

Raphaela dijo...

Al parecer pertenezco al tipo de personas que no le teme al fracaso ¡Si! ¡cómo lo oyes! he errado la mayoría de las veces, que si tratase de hacer algún tipo de clasificación de mi comportamiento, actitud y desempeño no serían cuentas alegres... y esta verdad se aplica en todo orden de cosas. Pero sigo airosa...

Fundamentalmente me afecta en el aspecto emocional y en eso somos idem, ya que cada vez que me enfrento a algún problema de esta índole me dan ganas de huir despavoridamente con mis siete cuervos, arrancar de las palabras que no quiero oír o tratar de vociferar y luego huir. No me gusta sufrimiento ajeno, y siento que al querer demasiado a un ángel, las palabras a las que tanto temo son; No te quiero, Ha muerto, Nos ha abandonado... adquieren el doble y hasta el triple de la intención e intensidad y mi espantapájaro vivo trata de consolar mis lágrimas y llavar mi Castillo muy lejos de la inquisición, por lo tanto la repercusión en mí es desastrosamente fatal.
¿Te cuesta entender que alguien no se entregue abiertamente y sin recelos a una relación sentimental? Pero tales razonamientos entenderlo o analizarlo es dificultuoso... pero los sentimientos son un mar de debilidades sin necesidad de decir o escuchar, donde la fatalidad es una marejada... y una brisa una suave caricia, no es cobardía, es táctica, cuando yo era Reina de Negra en mis gratos libres aprendí ser una gran estratega, el cerebro es un laberinto, lee a Raphaela (está en mis comentarios) hasta los ángeles son grandes equilibristas, Nanael es alquimista...
Yo sólo un ángel caído...

Anónimo dijo...

Lo de huir, creeme que en algún momento fue también mi arma...me evitaba la molestia de tomar alternativas que me ofrecia la vida, sólo por el hecho de no sufrir, de no querer llegar al momento final, evitando, huyendo.

Pero llegó el momento en que me detuve, que me di cuenta que estaba PRE-ocupandome, que estaba adelantandome a momentos que ni siquiera sabía si llegarían...y que finalmente, enfrentaba todo desde el sufrimiento y angustia constante,esperando lo peor.

Ahora es distinto, y creo que me siento mejor, tomo lo que la vida me entrega, sin tanto temor...no niego que he sufrido, que he errado en ocasiones, pero tengo la claridad y certeza de que haber pasado por esa ecxperiencia me sirvió para enfrentar lo venidero.
De esta forma, creo que es mejor vivir el dolor de lo pasado, que la incertidumbre de lo nunca vivido por temor.

Y ahora, después de un caminar intenso, he llegado a buen puerto, encontré lo que pensé era para mi...y cada vez tengo más certeza de eso...mi gran amor.

Nico dijo...

Querido amigo:
Todos si pudieramos prefeririamos huir de todas las cosas que nos atormentan, esa es nuestra esencia... somos personas y siempre buscamos lo que nos agrada, es lógico.
Hace algunos meses, tenía un pánico que me atormetaba, evitaba una calle, por el miedo a encontrarme con mi ex felicidad. Es más evitaba no mirar hacia arriba cuando pasaba por esa estación de metro. Hoy transito libremente y sin miedo. Total si aparece, aparece y sino no no más.
Ahora, la vida es un constante aprendizaje, y para aprender hay que caerse una, dos, tres y todas las veces que sean necesarias. Al parecer, tu ya caíste y ahora estas curando esas heridas para que te permitan ahora sí saber como actuar frente a la situación a la que le temes.
Vamos, sí se puede!!. Y si te caes, acá estamos para darle todo lo que necesite para que se pare y pueda transitar por esta vida feliz.
Y sin miedo al fracaso